jueves, 19 de julio de 2012

Abebe Bikila, con Oro pero sin zapatos- Roma 1960



Cuando el etíope Abebe Bikila fue a buscar las zapatillas con las que debía correr la maratón de los Juegos Olímpicos Roma 1960, al proveedor oficial de calzado del evento le quedaban pocos pares. Se probó los que había y ninguno le iba cómodo. Eso fue suficiente para que Bikila, integrante de la guardia imperial de su país, se decidiera a dejar de lado el protocolo y disputar la carrera tal cual había entrenado para ella: descalzo. Ya en el maratón, y mientras el público observaba asombrado al corredor sin calzado, el etíope comenzó a pasar competidores en busca de la camiseta número 26. Su entrenador le había dicho que quien vestía esa camiseta era el marroquí Radhi Ben Abdesselam, el máximo favorito a la victoria. Cuando alcanzó a quien parecía marchar líder, Abebe vio que tenía la 185. Era Ben Abdesselam, quien se había puesto un número distinto al que le habían asignado. Pero Bikila no lo sabía y supuso que, entonces, debía haber alguien más adelante. Por eso, cuando se acercaba el final aceleró. Tanto, que al cruzar la meta rompió el récord mundial. Se convirtió en el primer atleta negro en ganar un oro olímpico representando un país africano. Le preguntaron por qué había corrido descalzo. "Yo quería que el mundo supiera que mi país, Etiopía, ha ganado siempre con determinación y heroísmo", respondió. Volvió a quedarse con la maratón en Tokio '64 para convertirse en el primer atleta en ganar la prueba en ediciones olímpicas consecutivas. Irónicamente, un accidente automovilístico lo dejó parapléjico a los 37 años y debió desplazarse el resto de su vida en silla de ruedas. La película El atleta, basada en su vida, se estrenó en 2010.
Fuente: espndeportes.espn.go.com

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