Siempre fue más
que su legado. Fue el primero en ganar cuatro medallas doradas seguidas en una
misma disciplina. Cada vez, se superó a sí mismo y batió el récord olímpico
vigente. Y nunca era favorito. La primera vez, en Melbourne '56, era apenas un
novato de 19 años pero lanzó 56,36 metros. En Roma '60, clasificó detrás de
Babka. Igual, en la final olímpica lo venció con 59,18 metros. Tras 45 triunfos
seguidos, el checo Danek era el favorito en Tokio '64. Encima, Oerter llegaba
con una lesión en el cuello. Superó el dolor y tiró el disco 61 metros. En
México '68, ya con 32 años, superó al talento joven de Silverster. En la final
lanzó a 64,78 metros, récord olímpico y mundial. Se retiró y se dedicó con
éxito a la pintura abstracta, donde usaba los discos como pinceles. Ya con 43
años, durante la filmación de un comercial de TV, lanzó su mejor marca: 69,46
metros.
Fuente: espndeportes.espn.go.com
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