jueves, 19 de julio de 2012

Jesse Owens festeja en la cara de Hitler – Berlin 1936



Parece una historia de película, pero es sencillamente la mejor fábula que los Juegos Olímpicos han sabido entregar. El estadounidense Jesse Owens, de ascendencia africana y piel negra, obtuvo cuatro medallas doradas en Berlín '36, los Juegos que Adolf Hitler había ideado para consolidar la propaganda Nazi. Owens, a quien la idea de raza aria consideraba "inferior", demostró su superioridad atlética entre banderas con la cruz esvástica y brazos en alto que saludaban la ideología que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial. El propio Hitler contempló desde su palco cómo el hombre nacido en Ohio conseguía los 100 metros, los 200 metros (en los que bajó el récord olímpico casi medio segundo), el salto en largo y la carrera de relevos 4x100 con un récord olímpico que permanecería por 20 años. Cuatro medallas doradas en atletismo en un único Juego, algo que no se repetiría hasta 1984. La historia del salto en largo es particular. Tras dos intentos nulos en la ronda de clasificación, Owens recibió un consejo de su competidor alemán, Luz Long, su rival directo por la medalla dorada: le dijo que intentara saltar desde atrás de la tabla para evitar quedar eliminado sin ninguna marca. El norteamericano se dejó un margen de al menos 10 centímetros pero su salto igual logró clasificarlo a la final. Allí, logró el oro con récord olímpico. Ese evento, y muchos otros, quedaron registrados en la película Olympia, de la cineasta Leni Riefenstahl. Hitler, que había felicitado a los ganadores alemanes durante el primer día de competencia, no se presentó en ninguna de sus premiaciones.
Fuente: espndeportes.espn.go.com

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