viernes, 13 de julio de 2012

La gloria de Emil Zatopek, la locomotora humana - Helsinki 1952



Los juegos de Finlandia fueron la cumbre de su carrera. Cuatro años antes, en Londres '48, ganó el oro olímpico en los 10 mil metros y fue plata en 5 mil. En 1952, el checoslovaco Emil Zatopek era el rey de los fondistas pese a su técnica poco ortodoxa. Un entrenador de la época aseguraba que "hacía todo mal excepto ganar". Mucho se lo debía a sus tortuosas prácticas, donde se exigía más de la cuenta. "Prefiero sufrir en los entrenamientos y no en las carreras", explicaba. Corría siempre serio, movía mucho la cadera y los brazos, a la vez que emitía extraños sonidos: de ahí surgió su apodo, "La locomotora humana". En Helsinki hizo historia. Después de ganar los 5 mil metros y los 10 mil, le dijo a un periodista: "me parece que voy a probar la maratón". Nunca había competido en esa prueba, por eso siguió de cerca al favorito, el británico Peters, hasta que lo superó. Cuando entró al estadio, el público coreaba su nombre. Bajó el récord mundial por seis minutos y le sacó dos vueltas a su escolta, el argentino Reinaldo Gorno. Sumó así su tercer oro en pruebas de fondo en ocho días, algo que nadie había hecho y que aún nadie puede igualar. Con 35 años, se despidió de los Juegos con un sexto lugar en Melbourne '56. En su tumba se lee: "Héroe olímpico".
Fuente: espndeportes.espn.go.com

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