Londres
será la próxima parada de Luis Rivera, un sonorense que participa en la prueba
de salto de longitud, quién pasó a la historia al saltar 8.37 metros, la más
alta cifra en la historia del atletismo mexicano.
Rivera
creció en el seno de una familia deportista, sus hermanos siempre trataron de
tener a Luis bajo presión de convertirse en el mejor: “Es una convivencia muy
sana, competimos en todo, hasta en el nintendo nos echamos grilla, pero es
parte de ser hermanos, nos ayudamos y motivamos unos a los otros y simplemente
han sido pieza fundamental en mi desempeño deportivo”.
Desde
pequeño el sonorense sabía que la justa olímpica trascendía cualquier cosa que
pudiera imaginar.
“Desde
chico yo veía los cinco aritos y decía, nombre eso es inalcanzable, peor las
cosas se fueron dando, el sacrificio ha sido mucho, México me ha dado familia,
casa, estudios y poder representar a mi país, se combinan dos grandes aspectos
de mi vida”, expresó.
La
emoción por conseguir la cereza del pastel en su carrera es tan grande que no
le alcanzan las palabras para describirlo: “Es algo inexplicable, levantarme y
entrenar por que voy a ir a unos Juegos Olímpicos, voy a estar con la camiseta
de México, para atleta no hay evento más importante”.
En cuanto
a las metas que Rivera a trazado desde que calificó a Londres, agregó: “La
eliminatoria es la más importante, el 3 de agosto todos los saltadores buscarán
el boleto a la final, ese día es el más importante, si podemos centrarnos en
ejecutar bien esa fecha te puedo asegurar que vamos a la final olímpica”.
Cuando el
3 de agosto se convierta en pasado, la realidad y los objetivos serán otros:
“Una vez en la final, yo me siento igualmente capaz que cualquier saltador, sea
de Estado Unidos, de Australia, Sudáfrica, de ponerme al tú por tú a la pelea
de esas medallas”.
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