jueves, 19 de julio de 2012

Usain Bolt, a media maquina, se ríe del record mundial- Beijing 2008



Un año antes, nadie pensaba en él como candidato para ganar la carrera de 100 metros en los Juegos de Beijing. Un año antes, la pelea real estaba planteada entre los dos monarcas del mundo: el estadounidense Tyson Gay y el jamaiquino Asafa Powell. A esa altura, Usain Bolt, también nacido en Jamaica, era un buen corredor de 200 metros, pero su explosión llegó en Mayo de 2008. Primero logró tiempos tan impresionantes como inesperados en los 100 metros llanos. Después arrastró su dominio a los 200. Llegó a los Juegos con cierto favoritismo, pero con mucho por demostrar por ser un atleta muy joven -en aquel momento, apenas 21 años- y con cierta fama de haragán. Su intervención en la final de 100 metros, sin embargo, fue la actuación más impresionante de un velocista en la historia de una disciplina que se considera la reina olímpica. Logró el oro. Lo hizo con récord mundial. Lo hizo con una facilidad abrumadora, casi cómica: en la distancia más corta de todas, donde cada detalle hace diferencia, tuvo tiempo para abrir los brazos, golpearse el pecho y disminuir la velocidad antes de llegar a la meta. Así y todo, logró el mejor registro de todos los tiempos: 9 segundos y 69 centésimas. Se trata de la performance que servirá como medida de cualquier actuación futura en la velocidad a nivel mundial, el nuevo estándar de la perfección. Así y todo, a Bolt todavía le quedaría bajar el récord del mundo en los 200 metros para lograr su segundo oro (con 19,30 segundos, batió la marca de Michael Johnson que llevaba 12 años vigente) y pulverizar la marca mundial del relevo 4x100 junto a sus compañeros de equipo en Jamaica. Hoy es la estrella más grande que tiene el atletismo mundial. Y como si no alcanzara con lo que ya ha logrado, por las dudas avisa: "Quiero sorprender al mundo en Londres 2012".
Fuente: espndeportes.espn.go.com

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