En varias décadas
puede que nadie lo recuerde. Si buscan en los registros de la IAAF este
velocista canadiense nunca ganó una carrera, ni corrió en menos de diez
segundos los cien metros. Apenas ganó dos medallas de bronce en Los Ángeles
'84. La vida deportiva del canadiense Ben Johnson se resume en un momento: la
final de los cien metros de Seúl '88. Allí se enfrentó por última vez con su
némesis, Carl Lewis, entonces campeón olímpico. Era una rivalidad que llegó a
Corea del Sur en su máximo esplendor. Johnson venía de marcar el récord mundial
(9,83 segundos) en Roma '87, Lewis lo explicaba levantando sospechas de doping.
Ese sábado la carrera paralizó a todo el estadio. Johnson fue aplastante: ganó
en 9,79 segundos. Por primera vez un hombre bajaba los diez segundos en los Juegos
Olímpicos. Sin embargo, dos horas después y tras beber doce cervezas, pudo
dejar la muestra de orina que lo condenó. Al principio negó todas las
acusaciones, pero luego reconoció que venía utilizando esteroides hacía años.
Le quitaron los récords y la medalla dorada. Tras la sanción intentó volver a
correr, pero en 1993 otra vez dio positivo y fue suspendido de por vida.
Fuente: espndeportes.espn.go.com
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