“Un día yo estaba en los entrenamientos y
me dijeron que iba a correr 800 metros planos en las olimpiadas. Yo me asusté
porque mi evento es 400, pensé que a lo mejor me canso en esto que no es lo mío
y no voy a poder agarrar medallas ni en 4 ni en 8″.
El resquemor inicial de Alberto Juantorena
parecía lógico, pero su entrenador polaco conocía mejor sus potencialidades. En
los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 lograba la victoria en los 400 y en los 800
metros, algo que ningún otro atleta ha podido repetir.
“Cuando fui a las olimpiadas de Montreal
yo llevaba una ventaja, nadie contaba conmigo porque yo no tenía historia. Se
preguntaban: ¿quién es el jabado (mezcla de negro y rubio) grande ese, con unas
medias de baloncesto tan altas, que mide 1.90 y está tan flaquito?”.
Y esa ventaja la mantuvo hasta el último
momento “por las eliminatorias te darás cuenta de que yo estaba en zona de
clasificación entre el tercero o el cuarto, una sola vez alcancé el segundo.
Eso era a propósito, fue la estrategia concebida y diseñada por mi entrenador”.
La estrategia polaca
La subestimación no fue la única clave de
la victoria de Alberto Juantorena, su entrenador, Zygmunt Zabierzowski, había
elaborado una estrategia para agotar a sus contrincantes llevando desde el
inicio un paso más rápido de lo normal en los 800 metros.
Los grandes favoritos de esa prueba en
Montreal 1976 eran el belga Ivo Van Damme y el estadounidense Rick Wolhutter,
“eran corredores de resistencia, entonces yo pasé de los 50.5 y los quemé.
Wolhutter corrió paralelo hasta los 700 metros pero eso le costó quedar en un
tercer lugar”.
Al llegar primero a la meta sintió “un
susto tremendo, una tremenda alegría y una sorpresa grandísima. Yo, un
desconocido sin historia en los 800 metros, al alcanzar medalla de oro en una
olimpiada, me sentí el rey del mundo. Parece que vas a tocar el cielo con las manos”.
Se ganó el apodo de “El Caballo” y no es
para menos, “soy el único atleta del mundo que ha competido desde el primer
día: eliminatoria de 800, semifinal de 800, final de 800. Primera de 400,
segunda, tercera, semifinal, 4×400 eliminatoria y 4×400, semifinal y final”.
Un hombre sencillo
Gracias a su enorme zancada y resistencia
Juantorena pasó a ser conocido como “El Caballo”.
Juantorena se retiró en 1984 y un año
después es nombrado viceministro, responsable de desarrollar el deporte
popular, cargo que ocupa hasta hoy. Considera que “la educación física es la
columna vertebral del movimiento deportivo cubano”.
Él mismo es producto de ese programa,
entrena en su escuela, es captado para otra especializada en deportes y
convertido después al alto rendimiento, mientras estudia Economía en la
universidad. “El 95% de nuestros atletas provienen de ese sistema”, nos explica
el viceministro.
Juantorena es uno de los deportistas más
conocidos de Cuba, a pesar de lo cual su trato es extremadamente sencillo. Nos
dice que “siempre he tenido como norma que el hombre aisladamente es muy
vulnerable, que todos necesitamos de todos”.
Llega saludando a todos, desde la portera
de la Ciudad Deportiva hasta los atletas, ninguna de las personas que nos
cruzamos deja de darle la mano y los que están más lejos le gritan alguna cosa
que el siempre responde de forma jovial.
Le preguntamos cómo se logra que
semejantes victorias no se suban a la cabeza y nos responde que “uno puede ser
muy encumbrado en un área y en otra eres un ignorante, por lo tanto siempre
necesitas de un mecánico, de un plomero, de un electricista o del médico”.
Fuente: atletismoenmexico.com
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