Donald Thompson
fue corredor hasta que una lesión en el tendón de Aquiles lo obligó a cambiarse
a la marcha. Debutó en Melbourne '56 y debió abandonar en los 50 kilómetros
cuando le faltaba poco para el final. Estaba quinto, pero se deshidrató por el
intenso calor australiano. Entonces, Thompson puso la vista en Roma '60 y se
juramentó que la historia no se iba a repetir. Durante meses se preparó para
soportar el calor: se entrenó vestido en el baño de su casa, que transformó en
un pequeño sauna. Sin embargo, no se recuerda su voluntad sino su atuendo con
el que ganó la única dorada británica de esos Juegos, y el apodo que le dieron:
"Topolino" (pequeño ratón). Vestía un quepí blanco que le hizo su
madre para evitar sol en su cabeza y su nuca, grandes anteojos oscuros, ropa
muy suelta, medias grises y zapatos de cuero acolchados. Sí, zapatos de calle
en los mismos Juegos donde Bikila fue campeón descalzo. Los de Roma no eran
Juegos para promocionar calzado deportivo.
Fuente: espndeportes.espn.go.com
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